Suelos radiantes
El suelo radiante es un sistema de calefacción consistente en la colocación de una red de tubería instalada bajo el pavimento. Colocada homogéneamente bajo las estancias de la vivienda por la que se hace circular agua a temperaturas moderadas (30º-45ºC).
Ventajas del suelo radiante de forma directa:
- Mayor confort térmico:
El suelo radiante calienta las masas de aire uniformemente de abajo a arriba. En cambiolos radiadores lo hacen sólo en algunos puntos de la casa. Es por esto que hace que la sensación de confort sea más eficiente y prolongada.
Además, el hecho de que el calor vaya de abajo a arriba hace que la temperatura sea ligeramente superior en los pies que en la cabeza, por lo que a su vez, la sensación térmica es más agradable.
- Instalación saludable:
Al producirse una convección uniforme del calor, es decir sin corrientes de aire, se reduce en buena medida la proliferación de ácaros e incluso la sequedad de las mucosas provocada por otros tipos de calefacción.
- Ahorro energético combinado:
Esas instalaciones permiten que el agua sea calentada por otros sistemas como pueden ser calderas, energía solar o bombas de calor, entre otros.
- Amplio rango de temperaturas:
Tiene la capacidad tanto de enfriar en verano como calentar en invierno.
- Liberación de espacios en las viviendas:
La instalación no ocupa espacio como los radiadores ni afecta a la estética general de la vivienda, por lo que se puede aprovechar mucho mejor el espacio habitable de nuestra casa.
El único elemento necesario visible es un solo armario para los colectores de toda la casa, que será parecido a un cuadro de luces e irá colocado en un lugar discreto para que pase desapercibido.
- Respeto al medio ambiente al tener un consumo más bajo:
La ventaja de la distribución del calor de abajo a arriba sin puntos de calor específicos hace que se consigan ahorros energéticos importantes.
Es probable que al pensar en una instalación de suelo radiante en mayor superficie asociemos un mayor gasto de energía. Sin embargo ocurre justo lo contrario, ya que en este proceso casi la mitad de la energía es emitida en forma de calor radiante de baja temperatura, que se distribuye de manera uniforme y se aprovecha con más eficiencia.
- Alto rendimiento
El agua que circula dentro del circuito del suelo radiante necesita alcanzar una temperatura baja (entre 30º y 45º) respecto los sistema clásicos de calefacción (entre 80º y 85º), por lo que la calefacción por suelo radiante puede llegar a consumir un 20% menos que los sistemas de radiadores tradicionales.
Este bajo consumo se debe a que las tuberías por las que circula el agua son de un diámetro muy bajo (6- 10 mm), por lo que el caudal a mover es mínimo y la cantidad energía para calentarla también muy baja.